Situada en la parte sur de la provincia de Shandong (China), la ciudad de Qufu es famosa por ser el lugar donde nació y murió Confucio (551-479 aC), fundador de la más importante escuela filosófica de China. Esta doctrina promulgaba una sociedad con grandes desigualdades entre las diferentes clases sociales, al tiempo que inculcaba que los hijos deben respetar a los padres, las mujeres a sus maridos, los plebeyos a los funcionarios, los funcionarios a los gobernantes, y así sucesivamente. Su esencia son la obediencia, el respeto, el desinterés por uno mismo, y el trabajo por el bien común.
Confucio vivió en la pobreza, y casi no dejó nada escrito, por lo que fueron sus seguidores quienes recogieron sus enseñanzas en los «Anales de Confucio». Los descendientes de Confucio, la familia Kong, sí gozaron de privilegios.
Los gobernantes Chinos adoptaron la ética confuciana para mantener el pueblo a raya, y se construyeron templos confucianos en muchas ciudades.
Qufu se convirtió en un lugar sagrado, y los descendientes de Confucio en sus guardianes.
Llegamos a Qufu por la mañana, y fuimos invitados a comer en un restaurante bastante especial, donde después de darnos la bienvenida, nos sirvieron una gran comida, y al final nos obsequiaron con unos regalos. Como siempre, la familia de Bianbian nos llevaba a lugares donde encontráramos un buen trato, y pudiéramos disfrutar de la visita.
Después del almuerzo, a las 12:30, empezamos la visita de los tres monumentos principales de la ciudad de Qufu, que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: el templo de Confucio (Kong Miao), la casa o mansión de Confucio (Kong Fu), y el bosque de Confucio (Kong Lin).
El Templo de Confucio es el monumento más importante de Qufu. Un año después de la muerte de Confucio (478 aC) se construyó el templo adaptando tres habitaciones de su antigua residencia. El templo de Confucio era el lugar donde emperadores de diversas épocas ofrecían sacrificios a Confucio. Desde la dinastía Han del Oeste (202 aC) todas las dinastías feudales reconstruyeron y ampliaron constantemente el Templo de Confucio, hasta convertirse en un complejo que ocupa la quinta parte del centro de Qufu.
En los patios ubicados en su interior hay muchas estelas con inscripciones que conforman la mayor colección de este tipo de inscripciones de China.
Unos animales míticos con forma de tortuga conocidos por su gran fuerza, los bixi, son los que aguantan estas lápidas.
Los chinos ponen sus deseos en unas pequeñas maderas rojas que dejan colgadas en el patio del templo. Esta manera de pedir un deseo se puede ver en otros lugares del país.
La casa o mansión de Confucio, que está al lado del templo de Confucio, fue la residencia de sus descendientes. Como casi todos los emperadores veneraban al filósofo, otorgaban títulos y favores a sus descendientes, aumentando su nivel y bienestar.
La mansión de Confucio está formada por más de 450 habitaciones, con varios edificios, que conforman casi un laberinto, si bien la visita se reduce a una pequeña parte.
Constituye la residencia aristocrática más lujosa de China, lo que indica el gran poder que llegó a tener la familia Kong. Los descendientes de Confucio fueron recibiendo títulos y privilegios de los emperadores, y vivían de forma lujosa con gran poder.
El bosque de Confucio es el cementerio donde están enterrados Confucio y sus descendientes, que ocupa trescientas hectáreas, donde hay miles de tumbas, tres mil estelas funerarias y miles de árboles centenarios.
Para llegar se puede tomar uno de los carros tirados por caballo que por 50 yuanes hacen el recorrido desde la mansión de Confucio hasta la entrada del cementerio.
Para visitarlo hay que tener tiempo, ya que su extensión es enorme y los puntos de interés están bastante dispersos. Para facilitar la visita hay unos coches eléctricos que hacen el recorrido principal.
Es el parque artificial más grande y el cementerio mejor conservado de China.
En este cementerio han sido enterrados Confucio y sus descendientes durante más de 2.000 años, y todavía se entierra gente relacionada con su familia.
Las casas del pueblo de Qufu son bajas. Esto es debido a que por respeto nadie construye más alto que la casa de Confucio.
Sólo hay un edificio que no cumple con esta norma no escrita, pero según dicen siempre tiene problemas, y el negocio que hay en sus bajos no va bien porque casi nadie va a comprar.
Uauuu!! QUFU!! El temple i els voltants m’han encantat !! En fotos com aq em doneu moltiiiiiiisssssima enveja!!!