No hago nunca ningún artículo referente a viajes futuros, entre otras cosas porque nunca he hecho mucha planificación para un viaje. De hecho, hay destinos que he decidido pocos días antes de partir.
Esta vez haré una excepción, porque el viaje que estamos a punto de emprender lo vale. Y no es que sea un viaje especialmente planificado, pues poca planificación hay, a excepción de un billete de avión que nos llevará hacia el sudeste asiático, sino porque esta vez es un viaje diferente. Nos vamos toda la familia a viajar por el mundo, sin fecha prevista de regreso. Esta vez sólo compraremos billetes de ida. Será un viaje de larga duración, y la previsión es viajar por Asia, Oceanía y América del Sur.
Dejamos los trabajos, dejamos la rutina, dejamos el estrés que nos marca a todos día a día, e iniciamos una nueva etapa en nuestras vidas.
Ante una decisión como ésta nos hemos encontrado opiniones para todos los gustos: «atrevidos», «inconscientes», «valientes», envidia sana, envidia de la otra, «inteligentes», felicitaciones, disgusto, «quiero venir»… en fin, que cada uno dice la suya, todo el mundo tiene su criterio, pero lo cierto es que la rueda del día a día impone unas reglas que marcan una pauta de conducta que es difícil de saltarse.
La decisión no es fácil, pero una vez se ha tomado ya no tiene vuelta atrás. Es un camino hacia la libertad, es difícil de explicar, hay que vivirlo.
Esta sensación no viene marcada por el viaje en sí, sino por el cambio, pero si se suman las dos cosas…
Para salir de la rueda no basta con dejar la rutina del día a día y cambiar los hábitos, hay que desconectar, y para desconectar es necesario marchar más o menos lejos, de lo contrario es muy difícil conseguirlo.
Se puede hacer cambiando de trabajo, se puede hacer cambiando de residencia, pero para quien le gusta viajar solo hay una manera: cogiendo la mochila y emprendiendo un viaje.
Un viaje ayuda a desconectar, de hecho, para quien le gusta viajar es la mejor terapia, y si el viaje es de larga duración, más que desconectar se puede decir que es una cura de salud.
Viajar durante meses, sin fecha de regreso prevista, y de forma autónoma, sobre la marcha, será nuestra forma de vida durante el futuro inmediato. Nuestras posesiones durante este futuro inmediato serán nuestras dos mochilas, más las mochilas de mano de cada uno.
No sabemos el tiempo exacto que durará este viaje, y tal vez eso es lo mejor de todo, pues aparte de las vivencias que tendremos, de lo mucho que aprenderemos, y de la libertad que disfrutaremos, viviremos toda esta experiencia sin estar pendientes del tiempo.
Si bien iré publicando entradas en este blog, si queréis seguirnos más de cerca nos encontraréis en esta nueva dirección: www.viatgeenfamilia.es.
Quina enveja! És allò que la majoria de viatgers ens agradaria fer alguna vegada. Per desgracia en el meu cas, em penso que no serà possible. Us seguirem des d’aquí i ves a saber, potser coincidim a algun indret.
Salutacions des de milviatges.com
Es cert, la majoria de viatgers ens agradaria fer un viatge així, i nosaltres hem decidit fer-ho… la decisió és el més complicat, sempre hi ha coses que retenen… Seria interessant coincidir en algun indret, no se sap mai…
Salutacions,
Quina bona notícia!
Em guardo l’enllaç de l’altre bloc per anar-vos seguint.
Abraçades.
Hola Mercè. Es un projecte que teníem al cap feia temps, i al final el farem realitat. Ens trobaràs a «viatge en família», però també aniré publicant aquí, a «altres indrets».
Una abraçada,