Los Reyes Magos, unos viajeros muy especiales.

El primer viaje conocido o documentado que ha tenido lugar en la era cristiana fue el protagonizado por los Reyes Magos.

Los pocos datos ciertos que hay sobre los Reyes Magos ayudan a reforzar la fascinación y el encanto de estos enigmáticos personajes.

Estos viajeros no viajaron para conocer nuevos lugares, sino para conocer a un recién nacido.

Quedará en el olvido de los tiempos los detalles más concretos y personales de este primer viaje de nuestra era; las certezas o incertidumbres, la simbología…

Lo que sabemos es que el destino del viaje era el pueblo de Belén, en Judea, y que entonces, en aquellos lugares, el poder estaba en manos de los romanos.

            Zona denominada Kaluts, en el sudeste de Iran, antigua Persia.

En aquellos tiempos no existía aún ni el cristianismo, ni mucho menos la religión musulmana, para la que aún faltaban más de 600 años de transcurso de la historia de la humanidad.

Así pues, cuando los famosos Reyes Magos hicieron su conocido viaje, aquellas tierras de Oriente Medio no se parecían a las actuales, ni en el ámbito político, ni en el ámbito religioso.

En estas fechas navideñas es el mejor momento para hacer referencia a este viaje que se remonta al inicio de los tiempos cristianos, y al hacer referencia al mismo hay que pensar en ciertos detalles sobre este viaje que a veces pueden pasar desapercibidos.

En primer lugar hay que hacer referencia al nombre o expresión con que son conocidos estos viajeros: «los tres Reyes Magos de Oriente».

Y es curiosa esta expresión, pues no es seguro que fueran tres; no queda claro que fueran reyes; respecto al calificativo de Magos habría mucho que hablar; y que vengan todos del Oriente tampoco es una cuestión clara. Sigue leyendo

Una situación de emergencia en el centro de Damasco (Siria).

Rememorando viajes pretéritos, hoy me ha venido a la cabeza una pequeña anécdota que me pasó en Damasco ya hace unos cuantos años.

Hacía unos días que había llegado a Siria, y ese día me encontraba en medio de una plaza en una zona céntrica de Damasco. Había llegado hasta aquella plaza paseando, camino de la mezquita de los Omeyas, sin prisa, disfrutando de un paseo relajado.

Hacía calor. Me había parado en un puesto que había en la calle, en un lateral de la plaza, donde un hombre hacía algo de comida. Yo tenía un poco de hambre, así es que me había acercado para ver si había alguna cosa que me apeteciera para comer. Enseguida vi que había unas bolas de kibbeh. Eran unas bolas grandes, con buen aspecto, y mi estómago me convenció para comprar una de ellas.

El kibbeh es un alimento común en la zona de Oriente Medio y parte del Cáucaso, y consiste, básicamente, en carne picada de cordero con bulgur y especias. Sigue leyendo

Barhal (Altiparmak), un pueblo situado en los valles georgianos de Turquía.

Decidimos ir a Barhal mientras nos dirigíamos en autobús hacia Yusufeli. Cuando llegamos a Barhal nos dimos cuenta que era un pueblecito muy tranquilo, alejado de todas partes, y donde se podían pasar unos días de descanso, sin prisas.

Barhal está situado en lo alto de las montañas, a veintisiete kilómetros al noroeste de Yusufeli. Se llega a él después de recorrer una carretera estrecha y llena de curvas, con los tres últimos kilómetros sin asfaltar.

Barhal también es conocido como Altiparmak o Parhal, y en georgiano Parchali o Parkhali. Es un pequeño pueblo de montaña, situado en la zona de las montañas Kaçkar.

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De Kars a Barhal (Altiparmak), los valles georgianos (Turquía).

Hacía ya algunos días que estábamos por la región de Kars, y había que decidir hacia dónde continuaríamos nuestra ruta. La alternativa era ir hacia el noroeste, en dirección a Artvin, o tomar un bus que nos llevase hacia el oeste, a Yusufeli. El destino en todo caso eran los valles georgianos del este de Turquía, Artvin se encuentra al norte de los valles y Yusufeli en el centro de los mismos.

El día anterior decidimos ir hacia Yusufeli, un pequeño pueblo situado en el corazón de los valles georgianos turcos.

Yusufeli tiene poco más de seis mil habitantes, y su situación es muy buena para visitar los diferentes valles georgianos. Artvin queda al norte, tiene veintiún mil habitantes aproximadamente, y es más bien una ciudad de paso, a priori sin el encanto que tiene Yusufeli. Sigue leyendo

El tasbih o masbaha: el rosario musulmán.

Cuando se viaja por países musulmanes, sobre todo árabes, es frecuente ver hombres que llevan la masbaha en las manos.

El tasbih o masbaha (tespih o tesbih en turco) es similar a un rosario, se le llama muchas veces rosario musulmán, y lo utilizan para rezar el dikr o invocación repetida de los nombres de Alá (Allah).

La masbaha se compone de una serie de treinta y tres o noventa y nueve cuentas o granos, dispuestos de forma similar a un collar, y acabado en una borla o adorno, o con tres o cuatro cuentas más alargadas. Los granos de la masbaha pueden ser de diferentes materiales, más o menos preciosos, si bien los más comunes y extendidos para uso diario suelen ser de plástico, de madera, o de algún otro tipo de material poco noble.

El número de granos está relacionado con los noventa y nueve nombres o atributos de Dios (Alá).

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Ani, antigua capital armenia, actualmente una ciudad fantasma en medio de la nada (Turquía, Kurdistán, Armenia).

De la misma manera que el velo esconde el rostro de muchas mujeres musulmanas; las montañas, el paso del tiempo y la soledad del lugar, han mantenido escondida y olvidada a Ani, la antigua capital del Reino de Armenia.

Para llegar hasta allí contratamos un vehículo en la ciudad de Kars, en el este de Turquía, para que nos llevara hasta los restos de esta antigua ciudad, un lugar poco conocido, alejado de todas partes, y donde hay que ir expresamente, pues no queda cerca de ninguna ruta, menos aún después de que la frontera turco-armenia fuera cerrada debido a las tensas relaciones existentes entre los dos países.
De hecho, la frontera fue cerrada en 1993 por Turquía, de forma unilateral, durante la guerra del Alto Karabaj, en solidaridad con Azerbaiyán, a quien ayudaba militar y políticamente.

Ani está situada a unos 45 kilómetros de Kars, conectada por una carretera que està en muy buenas condiciones. Aquella antigua ciudad que llegó a ser, en su día, la capital del reino medieval de Armenia, actualmente se encuentra en ruinas, y está situada en territorio turco, justo al lado de la frontera con Armenia. Sigue leyendo

Una aproximación a los alrededores de Kars (Kurdistán turco): los confines de Turquía II.

En el anterior post sobre Kars me referí exclusivamente a la ciudad de Kars, pero la región en que se encuentra situada esta población se merece unos días de visita para conocerla.

La ciudad de Kars se encuentra situada en un lugar de grandes extensiones esteparias, donde difícilmente se puede ver un árbol, y donde predomina la vegetación baja y tierras de cultivo, recorridas de vez en cuando por rebaños de ovejas y de vacas que dan un toque de vida a la soledad que transmite este paisaje de llanuras onduladas sin fin, donde no se encuentra una sola sombra para resguardarse del sol, y donde el tiempo pasa muy lentamente.

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Kars, noreste de Turquía (Kurdistán turco): los confines de Turquía.

Hay quien dice que Kars está lejos de todas partes, que nadie quiere ir, y que aquellos que viven allí quieren marcharse.

Lo cierto es que en el control policial del aeropuerto de Estambul, cuando unos policías turcos vieron que íbamos a Kars, se quedaron muy extrañados, y no paraban de preguntarnos por qué íbamos allí.

Por otra parte, también dicen que Kars es una de las ciudades más pintorescas de Turquía. Lo cierto es que está situada en un lugar estratégico, a 1.760 metros de altitud, muy cerca de la frontera con Armenia, también cerca de Georgia, y a pocas horas de viaje de la frontera iraní. Pero lo más interesante para el viajero es que es la ciudad más cercana a las ruinas de Ani, la antigua capital del reino de Armenia abandonada desde hace muchos años.

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Viaje a Irak, de Ammán (Jordania) a Bagdad.

Era el verano de 1989, hacía un año que había terminado la guerra entre Irán e Irak, y si bien entonces no podía saberse, sólo faltaba un año para la Primera Guerra del Golfo.

Habíamos llegado a Jordania desde Siria, después de hacer todo el trayecto por tierra desde Barcelona, cruzando toda Europa y Turquía. Nos habíamos conocido con mi compañero de viaje unas semanas antes de iniciar la aventura.

Irak era un destino muy lejano, uno de los lugares que me resultaban más fascinantes, y también, porque no decirlo, más complicados para acceder a él. Intentamos obtener un visado turístico en la embajada iraquí en Ammán, sin depositar grandes esperanzas. En la embajada nos dijeron que volviéramos en un par de días, y, efectivamente, al cabo de dos días nos concedieron el visado para poder entrar en Irak, sin ningún problema, y sin ni siquiera cobrarnos tasa alguna.

Poder viajar a Irak era casi como un sueño, era un destino donde se mezclaba la imaginación construida a partir de varias lecturas sobre aquellas tierras, y la cruda realidad de ser un país que acababa de pasar una guerra que había durado ocho años.

Hicimos el camino de Ammán a Bagdad en autobús. Durante el viaje nos dimos cuenta de que en aquel autobús iban muchos egipcios y sudaneses que querían trabajar en Irak. Nos dijeron que los sueldos que podían cobrar allí eran superiores a los que percibían en sus países de origen. Sigue leyendo

Primer contacto con el canto del almuecín (Estambul).

La primera vez que viajé más allá de Europa fue a Turquía. Hasta ese momento había recorrido muchos países europeos, había conocido gente muy diversa, provenientes de lugares situados en otros continentes, pero aún no había pisado un suelo que no fuera el europeo.

Siempre me había llamado la atención el continente asiático. Los libros me habían enseñado la historia, la cultura, las religiones, y los lugares más emblemáticos de aquel continente oriental, pero como ocurre muchas veces, parecían lugares muy lejanos, sitios de fantasía, lugares donde no llega cualquiera.

Estambul (Turquía)

Aquel verano de 1988 no estaba dispuesto a volver a casa sin antes haber pisado Asia. Y así fue. Yo viajaba solo, y después de haber estado unos días en unas islas griegas, en lugar de tomar un tren de regreso hacia la antigua Yugoslavia, cogí otro en dirección a Tesalónica, y de allí hacia Estambul.

Estambul (Turquía)

En aquellos tiempos no se viajaba tanto como ahora, más bien al contrario. En el tren nos encontramos algunos viajeros y intercambiamos información y pensamientos sobre lo que nos encontraríamos en Turquía. Sigue leyendo