De Seúl a Daegu, una primera aproximación a Corea del Sur.

El avión iba medio vacío. Llegamos a Incheon, aeropuerto de Seúl, a las dos de la tarde, de manera que, como la diferencia horaria con España es de ocho horas, para nuestros cuerpos eran las seis de la madrugada.

Era el mes de marzo del año 2004. Corea del Sur era un lugar poco conocido en nuestro país, exceptuando unas cuantas marcas internacionales coreanas, y eso hacía que tuviera un atractivo especial, pues a pesar de ser primer mundo, su cultura y costumbres son tan diferentes y desconocidas en occidente, que lo convertía en un destino muy interesante.

Después de cambiar moneda (en aquella época 1 euro equivalía a casi 1.400 won), decidimos no quedarnos en Seúl, sino tomar un autobús que nos llevara hacia el sur. Encontramos un bus que iba a Daegu que tenía la salida prevista en veinte minutos, así que nos decidimos por aquel destino. Dicho y hecho. El trayecto hasta Daegu duró cuatro horas y media. Llegamos de noche, a las ocho de la tarde.

Corea del Sur es un país en cierto modo similar en España. Es cierto que ésta es una afirmación arriesgada, y muy poco real, pues no será ni por idioma, ni por cultura, ni por costumbres, ni por superficie de territorio… pero si nos fijamos en un simple aspecto general, de nivel o calidad de vida, podríamos decir que sería similar a España pero situado en el continente asiático. Sigue leyendo

Viaje a Irak, de Ammán (Jordania) a Bagdad.

Era el verano de 1989, hacía un año que había terminado la guerra entre Irán e Irak, y si bien entonces no podía saberse, sólo faltaba un año para la Primera Guerra del Golfo.

Habíamos llegado a Jordania desde Siria, después de hacer todo el trayecto por tierra desde Barcelona, cruzando toda Europa y Turquía. Nos habíamos conocido con mi compañero de viaje unas semanas antes de iniciar la aventura.

Irak era un destino muy lejano, uno de los lugares que me resultaban más fascinantes, y también, porque no decirlo, más complicados para acceder a él. Intentamos obtener un visado turístico en la embajada iraquí en Ammán, sin depositar grandes esperanzas. En la embajada nos dijeron que volviéramos en un par de días, y, efectivamente, al cabo de dos días nos concedieron el visado para poder entrar en Irak, sin ningún problema, y sin ni siquiera cobrarnos tasa alguna.

Poder viajar a Irak era casi como un sueño, era un destino donde se mezclaba la imaginación construida a partir de varias lecturas sobre aquellas tierras, y la cruda realidad de ser un país que acababa de pasar una guerra que había durado ocho años.

Hicimos el camino de Ammán a Bagdad en autobús. Durante el viaje nos dimos cuenta de que en aquel autobús iban muchos egipcios y sudaneses que querían trabajar en Irak. Nos dijeron que los sueldos que podían cobrar allí eran superiores a los que percibían en sus países de origen. Sigue leyendo

De Singapur a Malaca (Malasia).

El despertador sonó a las siete de la mañana. Poco después dejaba aquel hotel situado en el centro de Singapur para ir a la estación de autobuses. Tenía la intención de coger el primer bus que saliera en dirección a Malasia.

A esas horas no pasaba ningún bus de los que necesitaba para llegar hasta la estación de autobuses, así que cogí un taxi. Los tres dólares de Singapur que me costó aquel trayecto en taxi valieron la pena, pues fue llegar a la estación de autobuses y encontrar uno que salía en pocos minutos hacia Malaca.

Compré un billete para subir a ese autobús. El viaje fue cómodo. El autobús hizo una primera parada en el punto fronterizo de Singapur y luego en el de Malasia. El trayecto en bus duró cuatro horas y media.

Durante el viaje conocí a una pareja, Chris (de Singapur) y Lena (de Malaca), los cuales, al llegar a Malaca, tuvieron un pequeño incidente con la policía.

Es notorio que en Singapur son muy estrictos con las prohibiciones y correspondientes multas para los infractores, por lo que hay que vigilar en no tirar un papel u otra cosa en el suelo, o no fumar en los autobuses, taxis, ascensores…, no cruzar las calles fuera de los pasos de peatones, etc., pues la multa que puede caer es importante.

En Malasia, si bien también existen prohibiciones similares, no son tan estrictos en su cumplimiento.

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Sí o sí, una cuestión de educación birmana (Myanmar).

En birmano hay dos palabras o expresiones, o dos maneras de entonación al pronunciar la misma palabra (yo no hablo birmano), que significan «sí», una de ellas se utiliza cuando se quiere decir sí, y la otra cuando se quiere decir «no» de una forma educada.

Esta sutileza de la lengua birmana está en consonancia con la amabilidad y la educación de su gente.

Pero esta agudeza o sutilidad de la lengua birmana es imposible de ser traducida a cualquiera de las lenguas occidentales, y puede ocasionar ciertos malentendidos a los extranjeros.

El motivo de la existencia de un «sí» que quiere decir «no», viene motivado por qué según el sentido de educación birmana no es educado contestar que «no» a una pregunta afirmativa directa.

Por lo tanto, cuando se viaja por Myanmar o Birmania, hay que estar atento a la manera en que se preguntan las cosas, pues puede obtenerse una respuesta que en lugar de solucionar una duda dé lugar a un problema.

Para ilustrar mejor la cuestión lo mejor es un ejemplo, por lo que a continuación explicaré una pequeña anécdota que me pasó a Mandalay. Sigue leyendo

El mar de Aral, una aproximación a un gran desastre medioambiental.

En otro post expliqué el viaje hasta Moynaq (Uzbekistán), pero creo que es interesante hacer una breve explicación sobre el gran desastre que ha sufrido ese lugar.

La visita a la que había sido la cuarta reserva de agua del planeta, el mar de Aral, se convierte en una visita a un desierto, dejando una sensación difícil de describir. El viaje hasta Moynaq (Uzbekistán) es difícil de olvidar, pues las imágenes de los barcos tirados en medio de lo que antes había sido el fondo marino no desaparecen del pensamiento.

La historia de la muerte de este mar (que de hecho es un lago), es una historia más de la actuación irracional humana, una de esas historias que no te creerías si no fuera por la evidencia de la realidad. Sigue leyendo

Primer contacto con el canto del almuecín (Estambul).

La primera vez que viajé más allá de Europa fue a Turquía. Hasta ese momento había recorrido muchos países europeos, había conocido gente muy diversa, provenientes de lugares situados en otros continentes, pero aún no había pisado un suelo que no fuera el europeo.

Siempre me había llamado la atención el continente asiático. Los libros me habían enseñado la historia, la cultura, las religiones, y los lugares más emblemáticos de aquel continente oriental, pero como ocurre muchas veces, parecían lugares muy lejanos, sitios de fantasía, lugares donde no llega cualquiera.

Estambul (Turquía)

Aquel verano de 1988 no estaba dispuesto a volver a casa sin antes haber pisado Asia. Y así fue. Yo viajaba solo, y después de haber estado unos días en unas islas griegas, en lugar de tomar un tren de regreso hacia la antigua Yugoslavia, cogí otro en dirección a Tesalónica, y de allí hacia Estambul.

Estambul (Turquía)

En aquellos tiempos no se viajaba tanto como ahora, más bien al contrario. En el tren nos encontramos algunos viajeros y intercambiamos información y pensamientos sobre lo que nos encontraríamos en Turquía. Sigue leyendo

Llegada a Rangún (Myanmar).

Acabábamos de aterrizar en el aeropuerto de Rangún (Yangón). Era una mañana del mes de agosto de 2002. Hacía mucho calor. El día anterior habíamos conseguido los visados ​​de Myanmar en la embajada de Myanmar en Bangkok, y habíamos comprado los billetes de avión para volar con la Thai desde Bangkok a Rangún.

En la embajada de Myanmar en Bangkok habían sido muy amables, teniendo en cuenta que les habíamos llevado los pasaportes y demás documentación el mismo día, a media mañana. En poco rato nos hicieron los visados ​​y además nos cobraron menos de lo que nos habían dicho. Sigue leyendo

Por el desierto de Khor al Adaid (Catar) en un 4×4.

Era un día del mes de agosto del año 2008, estábamos en el interior de un todoterreno, encima de una gran duna de arena, en medio del desierto de Khor al Adaid, también llamado «mar interior», situado en el sudeste de Qatar (según la Academia de la lengua española: “Catar”). El conductor, de nombre Moa, había formado parte de un cuerpo especial del ejército de uno de los países de la península arábiga, y estaba muy acostumbrado a moverse por aquellas inhóspitas tierras.

El desierto de Khor al Adaid, conocido también como Khawr al Udayd, es un lugar lleno de dunas de arena que rodean una bahía que forma el mar en esta área del Golfo Pérsico, y que limita al Sur con la frontera de Arabia Saudí.

Antes de entrar en el desierto con el 4×4 paramos para sacar aire de los neumáticos (pues con el calor se expande el aire y aumenta la presión), y luego estuvimos más de una hora corriendo por el medio del desierto, entre las dunas, sin ninguna pista visible por ninguna parte, y con un paisaje de arena y más arena por todas partes. Sigue leyendo

Boudhanath (Nepal), antiguo pueblo parada de caravanas, actual barrio de Katmandú, y un claro referente para el budismo.

Cuando las caravanas cruzaban el Himalaya desde Lhasa en dirección al subcontinente indio llegaban al valle de Katmandú por su vertiente noreste, y después llegaban a Bodhnath (también llamado Boudha). Posteriormente, esta antigua ruta comercial que enlazaba el Tíbet con estos lugares más meridionales, que podemos calificar como ruta secundaria de la antigua ruta de la seda, se dirigía hacia el Sur cruzando el río Bagmati en dirección a Patan, y siguiendo hacia la India profunda.

Han pasado muchos años desde aquellos tiempos, y Boudhanath, también llamado Bodhnath, Baudhanath, Bauddha o Bodh Nath, se ha convertido en un lugar de referencia para el Budismo. Actualmente es uno de los lugares más sagrados de Nepal, y su estupa una de las más grandes del mundo.

Algunos han calificado la estupa de Boudhanath como el equivalente a la Meca con respecto al Budismo. Personalmente creo que es una comparación muy forzada, pues son realidades muy diferentes y de difícil comparación.

En el año 1979 Boudhanath fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sigue leyendo

Un susto dentro del cráter del Ngorongoro (Tanzania).

En swahili la expresión «Hakuna Matata» significa literalmente que «no hay ningún problema», y se puede traducir como «sin preocupaciones», «no te angusties», «todo está bien»… No obstante lo anterior, cuando te encuentras ante una situación complicada y un africano te dice «Hakuna Matata» quiere decir que realmente tienes un problema importante.

Era el verano de 1997 y me encontraba en el cráter del Ngorongoro, zona que antes formaba parte del Parque Nacional del Serengueti, pero que se separó cuando fue declarada zona de conservación. En el año 1979 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La zona de conservación del Ngorongoro está situada a unos 180 km. al oeste de Arusha, en los altiplanos de los cráteres de Tanzania, en el norte del país. Dentro de esta área de conservación se encuentra el cráter del Ngorongoro, que es una gran caldera volcánica, formada según los expertos hace unos dos o tres millones de años, situado a una altitud de unos 2.300 metros, con una profundidad de 610 metros y con una extensión de unos 260 km2.

Dentro del cráter vive una gran reserva de animales salvajes, entre los que hay miles de ñus, cebras, búfalos y gacelas, hienas, 62 leones contabilizados en el año 2001, así como algunos leopardos, elefantes, hipopótamos y rinocerontes.

Estaba haciendo un safari de siete días, junto con otros compañeros. Habíamos contratado dos todoterrenos y llevábamos tiendas de campaña para pasar las noches.

Uno de los dos vehículos no arrancaba bien, aparte de no cerrar bien las puertas, tener algunos agujeros en el suelo… en resumen, el típico vehículo con el que no es recomendable hacer un safari. Sigue leyendo